Entre vítores de sus seguidores, Fillon prometió anoche “la verdad y hechos” frente al actual “patético” mandato de François Hollande. Dedicó un amable saludo a sus dos mayores rivales (Juppé y el expresidente Nicolas Sarkozy) porque “lo que nos une es mucho más importante que los que nos divide”.
“Felicito a Fillon por su amplia victoria”, asumió Juppé, antes de desearle el triunfo en las presidenciales del año que viene. “Aporto mi apoyo”, agregó.
De los cerca de 4,3 millones de votantes, a Fillon le han votado el doble de electores que a Juppé. Este, que había partido como favorito en este proceso, hundió sus expectativas con un programa centrista y, según los sondeos finales, con el tono agrio e insultante que ha en la recta final tras verse superado por su rival. Incluso en plena jornada electoral, Juppé ha dicho tras votar que contra él ha habido una campaña “calumniosa e inmunda”.
El inédito experimento de los conservadores —celebraba primarias por primera vez en su historia— ha demostrado que la derecha está muy movilizada y politizada. Este domingo ha votado el 10% de todo el cuerpo electoral del país, cuando en las primarias de la izquierda hace cinco años participaron 2,8 millones. El éxito de los conservadores en este terreno ha sido incontestable.
Con un líder fuerte y legitimado en las urnas, la derecha francesa se lanza de lleno a la reconquista del Elíseo, de donde fue desalojada en 2012 por el actual presidente, François Hollande. Para ello, ha preferido a un candidato conservador, ortodoxo y católico como el más adecuado para afrontar los problemas de una Francia bloqueada por la crisis económica y golpeada por el terror yihadista.
Militantes y simpatizantes del partido de la derecha, Los Republicanos, han entendido que ese nuevo líder radical es el adecuado para derrotar a Marine Le Pen, la candidata del ultraderechista Frente Nacional que, según todos los sondeos, estará en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de mayo próximo. “Tiene el peor programa social”, dijo anoche Le Pen tras conocer el resultado. “La izquierda es el fracaso y la extrema derecha, la quiebra”, señaló Fillon ya ganador.